viernes, 26 de febrero de 2010

Pasión por la libertad (Artículo de Opinión)

Pasión por la libertad:

Así se titula el libro de Federico Quevedo, aunque nada tiene que ver con el título del libro, yo también soy un apasionado de la libertad y hoy, esa pasión me ha llevado a que me llamen ''Derechón'' ''Extrema derecha'', y la verdad, es sorprendente.

Hemos llegado a un punto en que se cataloga a una persona-o grupo de personas como en este caso- de una tendencia política concreta por un punto en concreto, basándonos de nuevo en un poco para catalogar un mucho, y no basándonos en un todo para catologar el todo, el conjunto de los pocos.

Como decía, soy un apasionado de la libertad, me gusta ir superando retos, dificultades, pero todos encaminados en la superación de más derechos y más libertades para los ciudadanos españoles.

Lamentablemente, hoy, para algunos pocos, defender la libertad, la libertad lingüística, es ser conservador y es estar a la derecha de la derecha. Defender la libertad de las personas, la igualdad y la ley, es ser demócrata, creer en unos principios es lo que hacemos y debemos seguir haciendo, sin ningún tipo de complejo.

No es justo que en una parte de España, Cataluña, se multe a un empresario por rotular su negocio en castellano.
No es justo que en una parte de España, Valencia, se multe a una estudiante por responder un examen en castellano.

Tampoco sería justo lo contrario, pues así lo dice bien claro nuestra Constitución vigente, fuente de derecho y libertad, en su artículo 3

'' 1-El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerle y el derecho a usarla.
2-Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos''

Hay que seguir luchando por la libertad, pues siempre es posible ganar espacio para más libertad; porque no dejan de existir peligros que intenten limitarla y porque en nuestro propio país asistimos a una cierta regresión de las libertades.
Tenemos la obligación de hacer frente a los peligros que habitualmente amenazan desde el poder el ejercicio de las libertades, y ser enemigos de los ''enemigos'' de la libertad y ser amigos de los que aman y luchan por la libertad, sin catalogar.

Volviendo al tema anterior, a las ''etiquetas'', ser defensor de la libertad no es de derechas y menos de extrema derecha, ser defensor de la libertad es ser demócrata y creer en la estabilidad de la democracia, de la cuál todos somos protagonistas. En la escala ideológica izquierda-derecha, disto mucho de estar cercano de la derecha y menos, de la extrema derecha, pues estamos en un punto intermedio, de centro, defensores de las libertades y opositores a las injusticias de este país, vengan de donde vengan.

Y sí, puedo decir y digo, con orgullo y satisfacción, que soy de centro, luchador, me gustan los retos y defenderé la libertad lingüística, que todos los ciudadanos puedan expresarse en la lengua oficial (o cooficial) que quieran, rotulen en la lengua que estimen oportuno y lo más importante, los padres decidan en que lengua o lenguas educar a sus hijos, siendo la Administración la encargada de poner a disposición del ciudadano las herramientas para, ni más ni menos, cumplir el artículo 3 de nuestra carta magna.

Y para terminar, la libertad es la única alternativa posible para salvaguardar y proteger nuestra democracia, joven democracia.

David García Pérez.

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