lunes, 18 de mayo de 2009

¿Con qué nos quedamos?




Esta semana pasada tuvo lugar en debate sobre el Estado de la Nación en el Congreso de los Diputados, y la verdad uno ya no sabe ni que es lo mejor, o mejor dicho, lo menos malo.

El debate más interesante fue quizás el que enfrentó al presidente del Gobierno con el líder de la oposición, que aún así, dejó mucho que desear.

Comenzó el presidente del Gobierno haciendo un balance, un balance interesado y que no tenía otro fin que intentar lavar la imagen de un gobierno desgastado, cansado y desesperado, de cara a las elecciones europeas.

El panorama claro que tuvimos fue el de un presidente del Gobierno que intentó proponer, que intentó contentar a todos, pero que al final no contentó a nadie. La estrategia del sr. Zapatero no funciona, ya que han perdido los apoyos puntuales que tenían en la cámara y el señor presidente debería de empezar a aceptar propuestas de la oposición, a hacer autocrítica de verdad y a dar la cara como toca, y sí hace falta, aprobar leyes no populares pero que ayuden a sacar a España de una crisis económica que golpea con fuerza y que por desgracia, cada día, las colas del INEM se incrementan.

El gobierno ha tomado decisiones y ha aprobado propuestas que en nada han ayudado, a excepción del fondo de inversión local, que es una de las pocas propuestas que está teniendo sus frutos y se está creando empleo para esas obras, aunque el problema principal es que cuando el fondo termine se dejará de crear empleo y la solución pasa por dar un vuelco total en la política económica del gobierno y no en poner pequeños parches.
También hay que felicitar la propuesta de ayudas a la compra de nuevos vehículos que podría reanimar el mercado automovilístico, aunque todo se verá.

Vimos un gobierno que no daba más de sí, un gobierno que lo intentó, pero no pudo, un Gobierno al que interesa más las elecciones europeas que aprobar medidas no populares pero que ayuden de verdad.


Frente a este gobierno, tenemos a una oposición liderada por Mariano Rajoy que no deja hacer, una oposición subidita, chulesca y que no consensúa con el gobierno los temas prioritarios que de verdad preocupan al Estado Español.

El discurso del sr. Rajoy fue un discurso dramático, pesimista y de ataque directo al Gobierno, también centrado en las elecciones europeas.

Cosas tales como el usted nos engañó, el yo le advertí, etc, dejaron mucho que desear de una oposición crispada y chulesca, dando consejos, cuando recordemos, Rajoy ha perdido dos elecciones generales seguidas, y ahí sigue, contra la voluntad del pueblo. ¿No se da cuenta el señor Rajoy que no tiene carisma y es el peor líder de la oposición que España ha tenido nunca?
Como ven, queridos lectores, tanto PP como PSOE, no aportan, crispan, dividen y hacen que España retroceda más aún si cabe y ante esta situación en la que no sabemos quién es peor de los dos, quién miente más… ¿Qué hacemos los españoles? Amigos y amigas, no soy el único, cada día somos más, los que vemos en el bipartidismo un mal, los que vemos en el centro una alternativa, los que creemos que juntos, de la mano, desde la moderación, la sensatez y el esfuerzo, conseguiremos hacer de España un gran país, un país que merecemos, un país que nuestros hijos merecen, y esa alternativa, que amigos y amigas, y pese a todos los obstáculos, existe, Nuevo Centro ( nCe) existe, y día a día somos muchos los que intentamos que este país cambie y que lo haga como he dicho desde la moderación.


Amigos y amigas, hagamos el cambio juntos, de la mano y sin crispación.


David García Pérez.


3 comentarios:

José Luis dijo...

Hombre, David, tienes razón en lo de ZP y su discurso electoralista y falso, pero Rajoy no fue precisamente dramatista y pesimista, y eso es lo que le reprochan, que fue demasiado blando.

A mi simplemente su intervención me convenció bastante, y no se destacó por la crispación de hace dos años.

José Luis.

David García dijo...

Gracias por tu comentario José Luis.

Manolo dijo...

David ya me he creado un blog jeje.
Bueno, en cuanto al artículo en general coincido excepto en las críticas al PP ya que no creo que la oposición del sr. Rajoy sea tan crispadora.