lunes, 12 de octubre de 2009

Los Premios no son objetivos

El otro día nos enteramos de que le entregaron el Premio Nobel de la Paz a Barack Obama. ¿Alguien se lo esperaba? Yo no, desde luego.

Cuando me enteré creí que era una broma, pues no puede ser que le den el premio a alguien que aún no ha hecho nada efectivo, sino simplemente promesas de futuro, nada más. Evidentemente, la entrega de este premio no es más que puro peloteo de unos pocos.

Hay personas en todo el mundo que merecen mucho más que Obama dicho premio. Personas que no sólo hicieron promesas de futuro, sino que además lo cumplieron, es el ejemplo de D. Adolfo Suárez, padre de la democracia española.
Fué capaz de acabar con el franquismo, de liderar una transición democrática, legalizó a la oposición y fué capaz de sentar en una misma mesa a gente de todas las ideologías para hacer una Constitución. ¿No es ello suficiente para recibir dicho premio?

Yo opino que este premio no debe convertirse en un estímulo para ayudar a que se cumplan promesas, sino que debe servir para reconocer los méritos y el trabajo de una serie de personas.
Y lo más duro no es eso, es que fué elegido sólo 10 días después de haber sido elegido presidente de los Estados Unidos, ¿No parece una broma?

En fin señores, una vez más los seres humanos somos estafados, utilizados y seguiremos igual, en el mundo de los intereses, los negocios y el peloteo.

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